Se largó la tormenta y como es costumbre la carpa la
habíamos armado así nomás, con pocas estacas y muy flojita, consecuencia: el
agua entró en la carpa. “¡La puta madre!”. Segunda consecuencia: hubo que salir
de la bolsita, meter las patas en el barro y trasladar el tolderío a una
especie de porche o entrada del club comunal de Alpha Corral. La lluvia no cesó
en todo el día asique los libros nuevos y la bolsa de dormir que le había
regalado el día anterior el papá de Lucas nos vinieron como anillo al dedo. Por
suerte la policía no se percató de nuestra presencia “invasora” y pudimos pasar el día y la siguiente noche
protegidos de la tormenta.
Por fin, luego de
varios días sin pedalear y ya extrañando la ruta, volvimos al ruedo. Pero la
ruta estaba distinta, le habían salido algo así como unos chichones, ¡qué
lomas!. Como si esto fuera poco los tipos se dieron el lujo de pedalear 20km de
sierras por el camino incorrecto. Luego si por caminos rurales con tremendas
subidas pero con sus consecuentes vistas del paisaje llegamos a Río de los Sauces,
un tranquilo pueblecito al costado del arroyo donde pasamos el resto del día y
pernoctamos.
Luego de unos
amargos con pan y dulce salimos al camino. Este fue muy duro y cansador, con
unas subidas y bajadas pronunciadas, muchos pozos y piedras de punta y un
solaso pegando en el medio del lomo. Pero tuvo su recompensa en el paisaje, más
desértico cuando tomaba altura y lleno de vegetación, con flores y mariposas,
cuando el camino bajaba hacia los múltiples arroyos. Nos llamó mucho la
atención la cantidad y calidad de corrales de piedra que había en la zona.
Por fin retomamos el
asfalto y tras un almuerzo con su respectiva siesta al lado de un diquesito en
La Cruz, llegamos hasta Embalse Río Tercero. ¡Señor dique! Muy imponente. Allí
conocimos, sacamos fotos, merendamos y tras unos tragos de fernet convidados
por un pesado porteño sabelotodo pedaleamos hasta Villa El Dique donde pasamos
la noche en el cuartel de bomberos, previa degustación de la cerveza Córdoba.
Entre lomas y
prolijas cabañas llegamos a Villa General Belgrano con la idea de hacer noche
allí. Sus lujosos restaurantes y puestos cerveceros nos dieron una vista
panorámica del nivel al que se manejaba la ciudad, asique comimos unas frutas
en su plaza y huimos. En la ruta encontramos un hombre con la goma del auto
pinchada. Le ofrecimos ayuda y el corajudo la acepto. Santi le cambio la goma y
tras una pequeña resistencia protocolar aceptamos los $30 con que se jugó. Con
el día salvado seguimos subiendo hasta el Dieque Los Molinos, más pequeño que
el anterior pero más encajonado y con una muy buena vista desde la altura de la
ruta. Luego de probar el queso y salamín local en varios de sus puestos (no
paran de ofrecer muestritas y nosotros no paramos de aceptarlas) y de bajar
hasta la base del murallón por una larga escalera, ya a la tardecita, llegamos
cansados a Villa Ciudad de América, donde conseguimos para tirar la carpa en el
tinglado del polideportivo local.
Luego de desayunar
bajamos los 30km que nos separaban de Alta Gracia, donde nos encontramos otros
tíos, pero en este caso de Santi, con los que tomamos unos mates a orillas de
El Tajamar, lago artificial construido por los jesuitas en la ciudad, y después
de unas pizzas fuimos a visitar la antigua casa de El Che, donde paso su
infancia, hoy convertida en museo.
Esa tarde los tíos
regresaron a Córdoba y quedó Agus, primo de Santi, con el que acampamos a
orillas de un arroyo y guitarreamos un
buen rato bajo un cielo estrellado y la luz de la luna filtrándose entre las
ramas.
Al otro día, luego
de que Agus se tomara el colectivo a Córdoba y nosotros pedalearamos 25km,
apareció Nano, tío de Santi, quien nos acompañó los 25km restantes hasta su
casa para no perdernos en la gran ciudad. Esa tarde descansamos y terminamos la
noche brindando con los parientes. El domingo descansamos uno del otro y cada
uno pasó el día con sus respectivos tíos cordobeses.
El Lunes preparamos las bicis y las mentes para un día de
lluvia ya que eso decían los pronósticos. Pero para cuando logramos salir de
Córdoba (sus cruces, circunvalaciones, rulos y rotondas nos tenían como hámster
en un laberinto) el cielo ya había despejado y el sol volvía a pegar en el
lomo. Luego de 60km, con su respectivo break literario al medio, llegamos a
Jesus María, sede del gran festival nacional de doma y folklore donde, para no
perder la costumbre, nos hospedamos en el cuartel de bomberos. Esa noche
cenamos unas pizzas y unas cervezas en la plaza mientras escribíamos el diario.
Al otro día llegamos
hasta Simbolar, pequeño pueblo de 400 habitantes, donde preguntamos en un
almacén al costado de la ruta si había una iglesia en el pueblo. La gente nos
dijo que la iglesia permanecía cerrada pero que podíamos preguntar si nos
dejaban pasar la noche en la comisaría, y nos indicó cómo llegar. Cuando
estábamos saliendo el hombre nos chifló y nos dijo que dos casas a la izquierda
del almacén su hermano estaba construyendo una casa y podíamos pasar la noche
allí. Nos acompañó, nos mostró la casa, nos llevó un alargue desde su casa con
una lámpara y una manguera. Luego nos calentó agua para el mate y nos regaló
facturas. Cuando estábamos armando la carpa regresó y nos invitó a cenar a su
casa con su familia, Los Correa. Allí fuimos y cenamos milanesas con puré,
guitarreamos un rato y nos volvimos a acostar. La construcción estaba toda
oscura y daba una ventana a la calle donde alumbraba la luna, en un cielo
estrellado, detrás de un árbol pelado, cual si fuera un cuadro colgado en la
pared de la construcción.
Nos levantamos a las
8:00hs. Armamos las bicis y luego de mates con facturas y una foto con la
familia, nos despedimos y nos largamos a la ruta. Cuando frenamos a almorzar en
el pequeño pueblo Santa Elena vimos los carteles de los pueblos cercanos (Cerro
Colarado 12km. Caminiaga 30km) y empezamos a relacionar con la conocida
chacarera:
Caminiaga, Santa Elena,
El Churqui, Rayo Cortado,
No hay pago como mi pago
¡Viva el Cerro Colorado!
Dedujimos que evidentemente allí había vivido Don Atahualpa
Yupanqui. Averiguamos y confirmamos nuestra hipótesis. Atahualpa había elegido
aquel cerro para vivir y su casa hoy permanecía como museo. Cambiamos los
planes y la ruta y nos desviamos para allí.
El trayecto fue muy
duro, el guazo (como dicen en Córdoba) había escondido bastante el rancho, pero
valió la pena el esfuerzo. Aprendimos bastante sobre este gran músico y poeta
argentino. Luego de hacer noche en el camping municipal partimos con la idea de
ya cruzar para la provincia de Santiago del Estero…
El particular puente de Río de los Sauces
Un saludo a todos los que me conocen
Nuestra amiga la ruta
Embalse Río Tercero
El perfil de un dandi
Dique Los Molinos
Con la flía Piai: Facu, Nano, Adri, Nacho, Agus y Fran
Mural en el campo de domas de Jesús María, representativo del viaje
El Cerro Colorado
Con las cenizas de Atahualpa
En el Cerro Colorado, visto desde la casa de Atahualpa
A mi también me sale caminar
Monstruoso puente en Embalse Río Tercero
Volveremos como ingenieros y con dinero, por ahora croteamos
Con el primo Agus en el museo de El Che
Con Nano
Mural en el campo de domas de Jesús María, representativo del viaje
Con la familia Correa en Simbolar, claro ejemplo de la foto anterior
Llenando el tanque
Con las cenizas de Atahualpa
De izquierda a derecha: Madariaga y Romualda en la Capataza de Atahualpa
La casita del guazo
Aclaración: se nos desconfiguró la cámara y nos quedaron mal las fechas de las fotos, no se confundan. Son todas fotos del viaje, no le presten atención a las fechas.
Otro tema es que Santi perdió su celular en el camino pero encontró otro. Nuevo número: 223 5454403
muy bueno todo se re entiende saludos de todos agus
ResponderEliminarMUY BUENO TODO SE ENTIENDE TODO SALUDOS DE TDOS I A TODOS AGUS
ResponderEliminarGUAUUUUUUU, LA COSA SE PONE CADA VEZ MAS BUENA. PRECIOSAS FOTOS,MUY BUENA LA COMPARACION DE LA HOSPITALIDAD. GRACIAS A TODOS LOS QUE RECIBEN A LUCAS Y SANTI CON TANTO AFECTO,PEDALEAMOS TODOS EN ESTA AVENTURA DELIRANTE LOS QUIERO GRI(MAMI):)
ResponderEliminarHERMOSAS FOTOS Y DIVINOS LUGARES.....ME TRAE A LA MEMORIA EMBALSE...UN LINDO FINDESEMANA COMPARTIDI CON LA FLIA DE LUCAS EN UNO DE SUS VIAJES A RIO CUARTO.... CHICOS TODAS LAS NOCHES ESTAN AGREGADOS A NUESTRAS ORACIONES...QUE DIOS Y LA VIRGEN ME LOS SIGA ACOMPAÑANDO...LOS QUEREMOS MUUUUCHO..TIA SU..JAJA
ResponderEliminarSigan asi GENIOS!!! un fuerte abrazo y mucha suerte!
ResponderEliminarque buenas fotos y paisajes! sigan rompiendo corazones de las familias de argentina
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